LA BICICLETA SE IMPONE COMO LA SOLUCIÓN DE MOVILIDAD que necesitan nuestras ciudades, ya que la promoción y uso de este medio de movilidad activa beneficia tanto a las personas de manera individual como al colectivo, la bici es una herramienta de transformación social y te vamos a contar por qué.
Ciudades y personas sanas
El uso de la bici como transporte habitual reduce el riesgo de infarto, fortalece la zona lumbar, previene la aparición de hernias discales, ayuda a la musculatura, el riego sanguíneo y las articulaciones. Además el cerebro se oxigena más, se generan más endorfinas y esto ayuda a prevenir la depresión y otras enfermedades mentales. Montar en bicicleta es uno de los mejores antidepresivos naturales que existen.
Cuando hablamos de ciudades sanas, nos referimos a una sociedad que respira aire limpio, la contaminación se ha convertido en un problema real y que tiene consecuencias en la salud de la población. La OMS calcula que cada año la exposición a la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras en el mundo, 320.000 en la región de Latinoamérica, 48.000 en México, según el índice Global Burden of Disease.
A nivel colectivo, promover la bicicleta –facilitando el acceso a través de la bicicleta pública o su seguridad a través de carriles bici y campañas de educación vial- supone un ahorro en el gasto público por enfermedades cardiorrespiratorias como consecuencia de la mala calidad del aire, o cardiovasculares – por el tabaquismo, el abuso de alcohol, el sedentarismo o las dietas desequilibradas. Más medicina preventiva y menos reactiva. O dicho de otro modo, fomentar hábitos de vida saludable resulta mucho menos costoso que recuperar la salud cuando ya se ha perdido.
No es un tema de clases sociales ni de preferencias políticas
La bici no entiende de clases sociales sino que acepta a todos por igual. No llega antes el que más dinero tiene sino el que se encuentra en mejor forma. En este sentido, podríamos decir que es el medio de transporte más democrático.
Tampoco entiende de preferencias políticas, no es de izquierdas ni de derechas, aunque algunos se quieran hacer abanderados de ella, utilizándola como arma política. Sin embargo, la bici es política, porque con el fomento de la bicicleta como medio de transporte, hacemos de nuestras ciudades mejores lugares para vivir: más silenciosas y mucho más seguras.
“El sistema económico no promueve el uso de las bicis porque las bicis pueden cambiar al sistema económico”. Lo de la bici está comprobado: el que lo prueba, repite.
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